Por Morris Jones
“Advertencia: la siguiente transmisión contiene las voces de personas fallecidas”. Es poco probable que esto sorprenda a los lectores de este blog, pero para algunos indígenas australianos, es suficiente para hacer que lo apaguen.
Mensajes como este a veces aparecen en los medios de comunicación australianos, se refieren a tabús culturales entre los cuales (aunque no todos) indígenas australianos, pero solo lo incluyen cuando se usan las voces de personas fallecidas de orígenes australianos.
Esta práctica cultural es interesante para los sociólogos, pero también tiene implicaciones para las comunidades SETI y METI. Es un recordatorio de lo que podemos comunicar, o si podemos comunicarnos siquiera, está tremendamente influenciado por las costumbres, la cultura y la sociología. Lo que puede parecer permisible para un grupo podría ser tabú para otro.
Los tabúes en comunicación varían enormemente. Pueden verse influenciados por la etnicidad, por brechas generacionales y elecciones personales. Los temas que generalmente fueron tabú para discutir en detalle en tiempos pasados (tales como la sexualidad) ahora se tratan de forma muy diferente. La aparición de nuevas tecnologías de comunicación también parece haber afectado a lo que se comunica y qué tanto comunicamos.
Pero aún seguimos practicando la restricción. Es menos probable que nos comuniquemos con personas que no conocemos que con las personas que si conocemos. También tenemos zonas silenciosas en los edificios (como en las bibliotecas) y algunas formas de transporte público donde hablar (o hacer ruido) está prohibido. Algunos temas se clasifican como privados. Se aplican castigos cuando se comparte cierto tipo de información fuera del grupo pequeño de recipientes aprobados.
También tenemos censura en el arte y en los medios. Exactamente lo que se debe o no censurar es un área de debate altamente controversial y siempre será así.
Por lo que decidir qué es tabú y qué no lo es, es algo muy subjetivo en nuestra sociedad. Y aún así, nosotros somos solamente seres humanos que viven en el mismo planeta. Imagine las diferencias potenciales que pueden surgir en las civilizaciones extraterrestres. Las restricciones en la comunicación podrían usarse para reforzar protocolos sociales y el orden, para bien o para mal. Si una sociedad simplemente no quiere que se diga mucho, podría poner tabús sobre la idea de comunicarse con civilizaciones en otros mundos.
Mientas que tales tabúes podrían inhibir la comunicación estelar para algunas sociedades, podría se que estos no se apliquen a cada forma inteligente que exista ahí afuera. La humanidad trata de comunicarse con el resto de la galaxia, pero seguimos consternados por el aparente silencio del universo a nuestro alrededor. Las restricciones culturales en la comunicación podrían ser parcialmente responsables por esto, pero no pueden explicar la ausencia total de contacto.