Espacio, vida, ciencia e historias: nuestro interés recurrente en la posibilidad de los visitantes cósmicos.

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Carl L. DeVito es miembro de la facultad emérita del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Arizona. Aquí habla de su nuevo libro "Espacio, vida, ciencia e historias: nuestro interés recurrente en la posibilidad de los visitantes cósmicos".

Hace algún tiempo, un inusual libro vendió más de 70 millones de copias y fue traducido a 28 idiomas. Afirmó que los extraterrestres habían llegado e influyeron mucho en el desarrollo de la humanidad. Esta fue solo una de varias oleadas de interés público en la posibilidad de que tengamos visitantes cósmicos. Desafortunadamente, la comunidad científica rara vez aborda las historias detrás de estas oleadas y, cuando se las presiona, algunas de ellas responden con ridículo.

Esto deja a muchos del público en general confundidos, inseguros de qué creer. Algunos sospechan de la ciencia y pierden el respeto por la profesión. Aquellos con estos puntos de vista se convierten en presa fácil para los estafadores de todo tipo y, desde que votan, tienen un impacto en el tipo de personas que ponemos a cargo.

En este libro discutimos las historias detrás de estas oleadas y la ciencia relevante. La presentación es relajada y conversacional, evitando pronunciamientos dogmáticos y reconociendo los límites de nuestro conocimiento. Se invita al lector a comparar los avances en nuestra comprensión de la realidad, realizados por la aplicación rigurosa de principios científicos con las afirmaciones simplistas de aquellos que denigran esos avances y los reemplazarían con pseudociencia imaginaria.

La ciencia nos ha llevado un largo camino, desde nuestras ideas infantiles sobre nuestro lugar en el cosmos hasta nuestra comprensión actual de la pregunta del filósofo: ¿Dónde estamos? Todavía hay mucho que no sabemos y mucho que aún tenemos que entender. Hay espacio para la especulación y las ideas fantasiosas. Pero nunca debemos permitirnos ser seducidos para creer en algo solo porque es una buena historia, o algunos físicamente atractivos o políticamente prominentes dicen que es así.